La audiencia.- (Marta Perlado Lamo de Espinosa)
La audiencia son los receptores de la comunicación publicitaria, ostentan la cualidad de destinatarios.
De acuerdo a la Ley General de la Publicidad (España), son “las personas a las que se dirija el mensaje publicitario o a las que éste alcance”.
Así pues no hay una diferencia entre el target de la campaña y el público que accidentalmente queda expuesto a la publicidad. Aún a pesar de que el anunciante al lanzar un mensaje espera una respuesta de un público determinado.
El mensaje tiene éxito si capta la atención del receptor objeto de las audiencias objetivo, las marcas existen y se mantienen en el mercado si responden a las necesidades y deseo creados en un tipo de determinados consumidores, y los medios y soportes se seleccionan según el perfil de su audiencia coincidente con el público definido para la campaña.
El receptor de la comunicación es la clave de la eficacia de la campaña.
Debemos conocer del receptor: factores sociológicos, edad, sexo, rol familiar, educación, ocupación profesional, ingresos, etc., también los factores psicológicos: disposición motivacional, el aprendizaje de actitudes, su personalidad, su estilo de vida. Todo lo anterior determina.
Los espectadores ya no son más las víctimas de los mass media, hoy en día son consumidores y receptores de la marca “activos” (está informado, percibe selectivamente y maneja la comunicación que recibe de los medios. Son críticos y conforman opinión.
Moliné (1991): “lo que comunicamos no es lo que colocamos en la pieza publicitaria ni es el producto elaborado e influenciado por las peculiaridades del medio donde lo transmitimos; el verdadero mensaje que comunicamos es el que el consumidor entiende. (en ocasiones puede ser distinto a lo que nos proponíamos que entendiera)
Hay que facilitar los datos necesarios al receptor para que se forme el mensaje en su mente, lo componga e interprete de manera activa.
Algunas estrategias utilizadas para llevar a la eficacia el mensaje (poder de las actitudes y percepciones en el comportamiento del consumidor) son:
- Manejo adecuado de los instintos del consumidor en relación a la marca anunciada
- Influencia de los hábitos de consumo
- Persuasión oculta (satisfacción de los deseos reprimidos)
La audiencia ha adquirido tal significación que “nada sobrevive si no tiene audiencia”.
La cuantificación de la audiencia supone una moneda de cambio en los medios y como tal es buscado, examinado y analizado por investigadores.
“Cada acción publicitaria no es un elemento solitario sino que debe formar parte de un plan estratégico general de la marca” – Marcal Moliné
La audiencia son los receptores de la comunicación publicitaria, ostentan la cualidad de destinatarios.
De acuerdo a la Ley General de la Publicidad (España), son “las personas a las que se dirija el mensaje publicitario o a las que éste alcance”.
Así pues no hay una diferencia entre el target de la campaña y el público que accidentalmente queda expuesto a la publicidad. Aún a pesar de que el anunciante al lanzar un mensaje espera una respuesta de un público determinado.
El mensaje tiene éxito si capta la atención del receptor objeto de las audiencias objetivo, las marcas existen y se mantienen en el mercado si responden a las necesidades y deseo creados en un tipo de determinados consumidores, y los medios y soportes se seleccionan según el perfil de su audiencia coincidente con el público definido para la campaña.
El receptor de la comunicación es la clave de la eficacia de la campaña.
Debemos conocer del receptor: factores sociológicos, edad, sexo, rol familiar, educación, ocupación profesional, ingresos, etc., también los factores psicológicos: disposición motivacional, el aprendizaje de actitudes, su personalidad, su estilo de vida. Todo lo anterior determina.
Los espectadores ya no son más las víctimas de los mass media, hoy en día son consumidores y receptores de la marca “activos” (está informado, percibe selectivamente y maneja la comunicación que recibe de los medios. Son críticos y conforman opinión.
Moliné (1991): “lo que comunicamos no es lo que colocamos en la pieza publicitaria ni es el producto elaborado e influenciado por las peculiaridades del medio donde lo transmitimos; el verdadero mensaje que comunicamos es el que el consumidor entiende. (en ocasiones puede ser distinto a lo que nos proponíamos que entendiera)
Hay que facilitar los datos necesarios al receptor para que se forme el mensaje en su mente, lo componga e interprete de manera activa.
Algunas estrategias utilizadas para llevar a la eficacia el mensaje (poder de las actitudes y percepciones en el comportamiento del consumidor) son:
- Manejo adecuado de los instintos del consumidor en relación a la marca anunciada
- Influencia de los hábitos de consumo
- Persuasión oculta (satisfacción de los deseos reprimidos)
La audiencia ha adquirido tal significación que “nada sobrevive si no tiene audiencia”.
La cuantificación de la audiencia supone una moneda de cambio en los medios y como tal es buscado, examinado y analizado por investigadores.
“Cada acción publicitaria no es un elemento solitario sino que debe formar parte de un plan estratégico general de la marca” – Marcal Moliné
Recopiló: Guillermo Lora Santos.
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